En
la pintura de Carla Querejeta, (Pamplona, 1979), la obra no expresa algo, no
representa nada físico, no es mímesis significante. Es la obra por la obra,
como forma u organismo, que tiene una vida autónoma, regida por leyes propias,
como producción o acción formante, como
el concepto de arte que Luigi Pereyson enunció.