miércoles, 30 de noviembre de 2016

156.11* ROSA BRUN. GALERÍA DE ARTE FERNÁNDEZ BRASO. Villanueva, 30.Madrid



En la post-modernidad, el arte abstracto  renace en creaciones de artistas que encauzan, por distintos canales, las previas experiencias  de quienes descubrieron y alumbraron el paradigma del estilo. Por ello, encontrar nuevas formas expresivas en el territorio del informalismo abstracto,    presupone, de una parte, tener un muy amplio conocimiento de lo mucho que ya ha sido dicho por los creadores precedentes; de otra, estar dotado de una inteligencia suficiente, que permita allanar temores  y, por último, poseer una gran solercia natural y una capacitación notables para el ejercicio de las artes, mediante creaciones sincréticas, en cuanto estilo, pero únicas en cuanto a potencial expresivo y lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias semántica y significaciones. Con todo, el encuentro con la paronomasia formal será casi inevitable.


Conociendo esta realidad, la madrileña Rosa Brun, (licenciada en Bellas Artes por la Universidad Completense, Profesora titular en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada), decidió en su momento explorar este territorio del arte y buscar nuevos patrones modales, que definieran su personal aportación al arte de la pintura.

Bru ha evidenciado ser una singular artista, cuya obra es demostrativa de una coherente diégesis pictórica, dentro del paradigma de los “color fields”, en donde el color toma un valor denotativo y autónomo, colmatando las grandes dimensiones de las obras.

En este territorio estilístico, (que Clement Greenberg diferenció de entre el expresionismo abstracto neoyorkino, y del que son personalidades referenciales Mark Rothko y Barnett Newman), es en el que  Rosa Brun desarrolla su trabajo creativo, declarando de forma explícita la importancia que ambos artistas tienen en el mismo.

Rosa Brun aúna en sus tablas, junto al código de los “color fields”, el paradigma del arte geométrico, en su variante constructivista, lo cual dota a sus creaciones de dos simultaneas tensiones emocionales: aquella que se origina en la percepción de los colores, sus texturas, matices y contrates, y la que emana de los equilibrios arquitectónicos de formas paralelepípedas situadas en distintos planos espaciales.

Obras, todas ellas realizadas con un estudiado y cuidado tratamiento de los materiales, que dotan a las obras de un atractivo y ordenado terminado, en el que no se ha dejado nada al azar

La exposición, formada por una veintena de obras realizadas en los dos últimos años, en palabras que tomamos de la propia artista, "plantea diferentes lecturas del espacio y de la materia, investigando la relación entre ambas, sus implicaciones perceptivas, así como la noción de límite”. Las pinturas -u “objetos pintados”-, están constituidos por diferentes planos "que se solapan o tapan dejando entrever líneas y bordes semiocultos que multiplican la visión final de la obra, redefiniéndose en función del punto de vista del espectador”, en una concepción formal de la obra, similar a la que veíamos, en ocasión anterior, en la pintora Carla Querejeta Roca.

El arte abstracto nace de las ideas y las emociones y a ellas apela el artista, cuando vuelca en el cuadro sus visiones interiores, en donde el color enseñorea la obra y la arquitectura lo delimita en líneas y planos ortogonales. Este es el caso de Rosa Brun.


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