domingo, 26 de mayo de 2019

194. 02* . MAN RAY . OBJETOS DE ENSUEÑO . FUNDACIÓN CANAL .. Mateo Inurria, 2. Madrid




Hasta el 21 de abril de este año de 2019 podrá visitarse esta muestra de la obra de uno de los más importantes artistas, y sin embargo bastante desconocido, de los pertenecientes a lo que conocemos como “las vanguardias” de principios del pasado siglo.


En efecto, Man Ray, pseudónimo con el que ha pasado a la historia del arte el norteamericano Emmanuel Radnitzky, -nacido en Filadelfia en 1890 y muerto en París, en 1976-, fue un artista poliédrico y multidisciplinar, un espíritu escrutador y libre, que abrió  nuevos horizontes heurísticos al universo de las artes plásticas y visuales.

La muestra, que no sigue un criterio cronológico en la exposición de sus 107 piezas maestras, procedentes de colecciones privadas españolas y europeas, ofrece una completa visión del pensamiento del artista, de su inagotable imaginación y capacidad investigadora en aras a encontrar  nuevas posibilidades de expresión artística de las múltiples técnicas que abordó, aunque es por la fotografía y técnicas afines por la que su nombre brilla dentro del arte.

Fue el primero en experimentar con la fotografía y el que elevó esta disciplina a la categoría de arte, más allá de su catalogación de medio testimonial.  De esta actividad fotográfica dijo en sus albores: “Pinto lo invisible. Fotografío lo visible” y a partir de aquí y a medida que iba adquiriendo experiencia iba mermando realidad a las imágenes obtenidas, hasta conseguir mostrar en ellas un mundo que solo estaba en su pensamiento y en sus ensoñaciones.

Por ello, en la primera sección de la muestra, denominada “Amigos, retratos y autorretratos” se  recogen imágenes tomadas por el artista, tanto de sí mismo, como del mundo dadaísta y surrealista de relaciones y amistades en el que se desenvolvía, en las que aparecen Tristan Tzara, Pablo Picasso, Dora Maar, Adré Breton, Mina Loy, Gertrude Stein, André Derain, Lee Miller, Jean Cocteau o Paul y Nus Éluard y también él mismo en sus autorretratos y, entre ellos, el más famoso, en el que figura con su “Enak Bakia”, (“Déjame en paz” en vascuence).

En la sección  segunda de “Objetos de ensueño”, se muestran algunas decenas de esculturas surrealista de “arte encontrado”, - ideado por su íntimo amigo, compañero y socio, su admirado ajedrecista Marcel Duchamp a partir de sus “ready-made” -, y otras tantas fotografías de sus objetos imposibles.

Sus “Rayogramas”, o fotografías sin cámara, están recogidas en la sección tercera, y son experimentos que realizó, tras instalarse por primera vez en Paris en 1921, y que le acercan al surrealismo, del que, en 1924, se constituye como uno de sus fundadores, abandonando con este acto el movimiento dadá.

En la cuarta sección de “Mujeres y Venus” se recogen veinticinco fotos de mujeres que conoció, y le sirvieron de inspiración y modelos, tales como Ady, Lee Miller o Meret Oppenheim y se proyecta el film remasterizado “Le retour a la raison”, que es una de las varias películas que rodó, llevando el paradigma surrealista al lenguaje cinematográfico.

En “Man Ray y Marcel Duchamp: máquinas poéticas”, como quinta sección, se explica la estrechísima y fructífera relación de amistad y colaboración, entre ambas personalidades en los campos de las artes y aún de los negocios. Juntos abrieron el arte a nuevas conceptualizaciones y definiciones, que hasta hoy mismo son motivo de controversia y debate.

Man Ray fotografió los maniquíes manipulados por Dalí, Juan Miró, Max Ernst, André Messon y otros, con motivo de la Exposición Internacional de Surrealismo, que en 1938, en París organizó la Galerie de Beaux Arts, los cuales dan contenido a la sexta sección de la muestra.

En la séptima y última sección, “El azar y la mente: el ajedrez”,  la muestra termina haciendo una referencia al juego del ajedrez, del que Marcel Duchamp era un apasionado aficionado, a la vez que constituía la actividad a la que dedicó la mayor parte de su vida. Su indiscutible influencia sobre los pensadores y artistas del surrealismo motivó la fascinación que este juego ejercía sobre todos ellos. Man Ray diseñó piezas y tableros, que se exponen.

Una muestra recomendable si se quiere tener un más cabal conocimiento de lo que fueron, significaron y significan ”Las Vaguardias”, que ya son históricas con un siglo y más sobre sus fechas de proclamación.




BENITO DE DIEGO GONZÁLEZ
Miembro de la Asociaciones Internacional,
Española y Madrileña de Críticos de Arte
15/02/2019


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