Tan pronto se traspasa la
entrada, el ánimo del visitante queda prendido, sorprendido e impresionado,
desde que posa sus ojos sobre los cuadros de regular tamaño, que presenta Eduardo
Marco, (Porto Alegra, Brasil, 1979), en esta su nueva comparecencia en “Ansorena”.
Las fotografías de este artista,
sus cuadros, se enmarcan en un naturalismo esencial, que está más acá del
pictorialismo elaborado, pero más allá del testimonialismo directo e inmediato,
pues sus fotografías están llenas de simbolismo y también de denuncia
clarividente y profética, mostrando a la muerte cosificada, pero ausente ya del
horror de la connatural podredura.