miércoles, 16 de noviembre de 2011

022.11* PACO ROJAS. ENCUENTROSOPEN. GALERÍA KREISLER. Hermosilla, 8. Madrid



Paco Rojas, -Francisco Rojas Gómez-, toledano capitalino, nacido en 1942, es fundador del innovador Grupo Tolmo, (1971), de intensa y extensa actividad dentro del mundo del arte toledano, sobre todo en el último cuarto del siglo pasado, tiene, además de una sólida formación académica, una más sólida e extensa carrera en las bellas artes plásticas.

Debe remarcarse esto, porque, como él mismo reconoce, en el catálogo de la exposición, no rechazando el apotegma de que el arte “es un lenguaje complejo, diverso y sin normas fijas”, en el que debe predominar la idea, “una obra de arte, para serlo, ha de estar alimentada por conceptos plásticos”, para señalar después que “para generar vida y alma, una obra ha de nacer de sentimientos plásticos unipersonales y extemporáneos”.

Pensamientos muy esclarecedores, con los que deslinda su arte, de aquel otro, que quiere plasmarse exclusivamente en ideas, pensamientos y conceptos, donde el objeto plástico es una simple cosa, que sirve tan solo como apoyatura o atrezo.

Así sus cuadros son la plasmación, según Rojas, de “una génesis de fenómenos expresivos basados en el diálogo entre pintura, texturas y diseños integrados”, encarnación genuina del artista plástico postmoderno, que acude a sólidos paradigmas, que aprovecha para su personal e intransferible expresividad.

Como elemento valorativo de este artista, se debe decir que, según cita Félix del Valle en el discurso de recepción a Paco Rojas, como Numerario de la Real Academia de las Bellas Artes y de las Ciencias Históricas de Toledo, Raúl Chávarri ha dicho de este pintor, que “quizá vaya a corresponderle la gloria de ser el último de las figuras españolas de la pintura abstracta de renombre universal”, dentro de los cuales, no lo olvidemos, tenemos nombres tan señalados, como Feito, Canogar o Esteban Vicente.

En los cuadros de Paco Rojas interaccionan color, siempre sobrio y contenido, texturas sobre tabla y poliéster, marcas de objetos orgánicos e inorgánicos, roturas y collages que dibujan elementos geométricos en los que se imponen las rectas paralelas, como referencia a componentes arquitectónicos. Este diálogo se resuelve en un todo compuesto y coherente, que insinúa posibilidades visuales e induce a adentrase en la propia memoria, donde difusos elementos nos introducen en una especie de paramnesia, causándonos la impresión de lo déjà vu en nuestro personal imaginario.

La obra de Paco Rojas es “enigmática y posee un sosegado vitalismo”, como señala la propia Galeria Kreisler, en su nota documental. Síntesis poética de esta pintura, a la que nos adherimos.

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