sábado, 19 de noviembre de 2011

023.11* ALBANO. SUEÑOS VALQUÍRICOS. GALERÍA ALFAMA. Serrano, 7. Madrid


Cuando entonces salimos de la sala de exposiciones de Alfama, y nos dirigimos al libro de firmas de visitantes, impulsados, no tanto por la necesidad de expresar nuestra admiración por la obra vista, como por desahogar la sorpresa, que aquellos treinta y seis cuadros nos habían causado, escribimos algo así, como: Interesante esta novísima interpretación del paisaje. Estos cuadros están plenos de una vitalidad vibrante que emociona.

No nos arrepentimos ahora de ello, tras haber meditado y serenado las primeras y efervescentes sensaciones, pues la pintura del joven Albano, -abulense y estudiante de la Facultad de Bellas Artes de la UCM-, puede considerarse como una culminación de la reinterpretación del paisaje, que comienza con los impresionistas hasta llegar a esta síntesis expresiva, que bordea el abstracto más absoluto y que no elude el empleo del dripping domesticado, para obtener movimiento y vivacidad, ni de la adición de elementos matéricos allí donde el cuadro lo requiere, o una sabia aplicación de la veladura seca, para lograr unas armoniosas composiciones, en las que, o bien experimentamos una tibia sensación de serenidad, en virtud de la cual la “Prickly Pear” justifica su acepción de delicada, o bien la violencia de una tormenta de arena en “Vahalla”, parece herirnos con sus efectos devastadores, al tiempo que escuchamos el aullido del viento en ese desierto de Sonora, en el que los cactus saguaros elevan sus espinosos y verdes cuerpos hacia el sol; desierto que ha servido de inspiración al artista para crear este mundo insólito de belleza, fuerza y vida: Sinfonía compuesta de verdes y blancos, moteada de semifusas en rojos y fucsias.

Resulta casi indescriptible lo que la vista ve y el corazón siente cuando en cada cuadro, de mediano formato y algunos de gran formato, la superficie ocupada por un solo color, sea el verde o el blanco, supone siempre más del cincuenta por ciento y en algunos casos podría decirse que más del ochenta por ciento de las misma; sin embargo debemos hablar de la gran expresividad de esta pintura, a través de la cual llegamos a sentir la placidez del lugar y del momento que se recogen en la tabla, o por el contrario la violencia que en otro lugar y en otro  momento se vive.

Insistimos: Muy interesante esta novísima reinterpretación del paisaje, que este joven artista llamado Albano realiza.

Es pintura que deja huella. Por algo a los veinte años era el pintor más galardonado de la escena europea. Ahora tiene veintitrés.

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