Aunque
el verdadero acto heurístico ha de romper con las experiencias previas
adquiridas, afrontando el proceso creativo con mente limpia de prejuicios, es
evidente que, el artista postmoderno no puede inhibirse de aquellos conocimientos
e ideas que, en su memoria y aún en su inconsciente, tiene compilados desde su
infancia hasta su actual momento vital.
Dicho
de otra forma, las experiencias acumuladas en la consciencia del artista informado,
sea en forma de conceptos, sonidos, olores o imágenes, están codificados en su
memoria e inevitablemente se harán presentes, en mayor o menor medida, en la
obra que crea, a partir de las ideas que el artista ha elaborado en su mente.
De
otra parte, como señaló Hans Jean Arp el verdadero artista persigue “crear
nuevas apariencias, para extraer nuevas formas del hombre”, a modo de arquetipos nuevos, expresivos de las
realidades observadas por él.
Sirva
este proemio para presentar la obra de la artista albaceteña, Llanos Gallardo, -que
expuso por vez primera en la segunda mitad de los años sesenta-, porque, “prima
facie”, las obras que presenta esta artista, -en la colección que titula “Al
Andalus”-, nos evocan a los cuadros más emblemáticos del Francis Bacon connotativo,
con los que guarda una cierta paronomasia formal, pero con una simbología muy
diferente y personal, relacionada con la alegría de vivir, quizás consonante
con la idiosincrasia del andaluz tópico.
Con
un sentido fauve del color, pero dentro de una gama muy española, -cual es la
que caracteriza a la paleta del Greco-, Llanos Gallardo, con pincelada suelta y
trazo resuelto, traslada al lienzo de sus cuadros a parejas de mujer y varón,
en muy distintas actitudes vitales, pero siempre con buscadas distorsiones
gestuales, que afectan a rostros y a cuerpos, creando una ambientación de
ensoñación psicodélica de fuerte impacto, tanto estético, como emocional.
Estas
manifestaciones casi orgiásticas, en las que la artista recoge las pasiones del
ser humano en sus muy distintas expresiones, evidencian un concienzudo y previo
trabajo de estudio y observación de las personas cuando actúan en parejas,
aunque no elude la plasmación plástica de la mujer, que espera la llegada del
varón,- sea permanente o circunstancial-, ausente en el momento captado en el
cuadro
Interesante
muestra, de fuerte carácter expresionista, ante la que uno no queda indiferente,
en la que la artista indaga la realidad del hombre mediante la creación de imágenes
inéditas.
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