Joël
Mestre, (Castellón de la Plana, 1966), doctor por la Universidad Politécnica de
Valencia y profesor del Departamento de Pintura de la Facultad de Bellas Artes,
es un artista vinculado a la nueva figuración española, nacida durante la
década de los noventa.
Reúne
en esta muestra su más reciente producción, en la que el azar y la exploración
formal son los protagonistas de las obras, que así concebidas y realizadas son
expresivas de curiosas paradojas visuales.
En
efecto, sus modelos en apariencia aberrantes han sido reorganizados en unas
nuevas formas o prototipos en equilibrio, mostrando un sentido imprevisible e
inesperado de la realidad, muy vinculado a la influencia del diseño, la
publicidad y el entorno virtual.
Sincrónicamente,
el artista no ha renunciado a expresiones y procedimientos de la pintura
tradicional y escénica, toda vez que su pintura explora, desde hace tiempo, un
particular sentido narrativo, en alusión a los “pecios” o textos breves del escritor
Rafael Sánchez Ferlosio, según explica la nota de presentación de esta exposición.
Con
una técnica depurada y unos planteamientos formales convincentes, los
contenidos de sus cuadros están a medio camino entre lo viable y lo imposible,
entre lo consciente y lo inconsciente, entre la razón y la idea, entre la
vigilia y el sueño, constituyendo una atractiva galería de paradojas visuales.
Así,
con una reproducción hiperrealista del modelo, el artista plasma en los cuadros,
tanto en lienzo, como en fotografía, un mundo irreal al filo de lo abstracto,
que se hace tangible en una concepción holística de sus creaciones.
Esta
representación naturalista de la no-realidad, asumiendo el detalle y la
apariencia de lo real, desliza las
impresiones hacia el terreno de lo onírico, mediante el manejo de intensidades
tonales y luminosas de los colores, que en este caso quedan prácticamente limitados
a tres: el azul en distintas intensidades, el blanco y el negro.
Con
una depurada técnica pictórica consigue visualizar las tres dimensiones en el
plano, con lo que el impacto visual y emocional sobre el espectador alcanza un
gran fuerza, logrando que sea la imagen la que seduzca, más por el impacto
visual, que por una consideración
intelectual del contenido.
A
este respecto, Joël Mestre reconoce que “hay una imaginación, que no está
reñida con la realidad; una imaginación útil que nos permite sacar más provecho
a la vida, sin alejarse un ápice del mundo y de la naturaleza que nos rodea”,
principio que rige la ejecución de sus obras.
Una
exposición, en fin, interesante, convincente y llamativa, tanto por su depurado tratamiento formal del espacio
plástico de los cuadros,- dirigido a causar un deslumbrante impacto visual en
el espectador-, como por la emoción causada por el contenido pictórico
mistérico que emana de las obras expuestas.
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