Hasta
el 21 de abril de este año de 2019 podrá visitarse esta muestra de la obra de
uno de los más importantes artistas, y sin embargo bastante desconocido, de los
pertenecientes a lo que conocemos como “las vanguardias” de principios del
pasado siglo.
En
efecto, Man Ray, pseudónimo con el que ha pasado a la historia del arte el
norteamericano Emmanuel Radnitzky, -nacido en Filadelfia en 1890 y muerto en
París, en 1976-, fue un artista poliédrico y multidisciplinar, un espíritu
escrutador y libre, que abrió nuevos
horizontes heurísticos al universo de las artes plásticas y visuales.
La
muestra, que no sigue un criterio cronológico en la exposición de sus 107
piezas maestras, procedentes de colecciones privadas españolas y europeas,
ofrece una completa visión del pensamiento del artista, de su inagotable
imaginación y capacidad investigadora en aras a encontrar nuevas posibilidades de expresión artística de
las múltiples técnicas que abordó, aunque es por la fotografía y técnicas
afines por la que su nombre brilla dentro del arte.
Fue
el primero en experimentar con la fotografía y el que elevó esta disciplina a
la categoría de arte, más allá de su catalogación de medio testimonial. De esta actividad fotográfica dijo en sus
albores: “Pinto lo invisible. Fotografío lo visible” y a partir de aquí y a
medida que iba adquiriendo experiencia iba mermando realidad a las imágenes
obtenidas, hasta conseguir mostrar en ellas un mundo que solo estaba en su pensamiento
y en sus ensoñaciones.
Por
ello, en la primera sección de la muestra, denominada “Amigos, retratos y
autorretratos” se recogen imágenes tomadas
por el artista, tanto de sí mismo, como del mundo dadaísta y surrealista de
relaciones y amistades en el que se desenvolvía, en las que aparecen Tristan
Tzara, Pablo Picasso, Dora Maar, Adré Breton, Mina Loy, Gertrude Stein, André
Derain, Lee Miller, Jean Cocteau o Paul y Nus Éluard y también él mismo en sus
autorretratos y, entre ellos, el más famoso, en el que figura con su “Enak
Bakia”, (“Déjame en paz” en vascuence).
En
la sección segunda de “Objetos de
ensueño”, se muestran algunas decenas de esculturas surrealista de “arte
encontrado”, - ideado por su íntimo amigo, compañero y socio, su admirado
ajedrecista Marcel Duchamp a partir de sus “ready-made” -, y otras tantas
fotografías de sus objetos imposibles.
Sus
“Rayogramas”, o fotografías sin cámara, están recogidas en la sección tercera,
y son experimentos que realizó, tras instalarse por primera vez en Paris en
1921, y que le acercan al surrealismo, del que, en 1924, se constituye como uno
de sus fundadores, abandonando con este acto el movimiento dadá.
En
la cuarta sección de “Mujeres y Venus” se recogen veinticinco fotos de mujeres
que conoció, y le sirvieron de inspiración y modelos, tales como Ady, Lee
Miller o Meret Oppenheim y se proyecta el film remasterizado “Le retour a la
raison”, que es una de las varias películas que rodó, llevando el paradigma
surrealista al lenguaje cinematográfico.
En
“Man Ray y Marcel Duchamp: máquinas poéticas”, como quinta sección, se explica
la estrechísima y fructífera relación de amistad y colaboración, entre ambas
personalidades en los campos de las artes y aún de los negocios. Juntos
abrieron el arte a nuevas conceptualizaciones y definiciones, que hasta hoy
mismo son motivo de controversia y debate.
Man
Ray fotografió los maniquíes manipulados por Dalí, Juan Miró, Max Ernst, André
Messon y otros, con motivo de la Exposición Internacional de Surrealismo, que
en 1938, en París organizó la Galerie de Beaux Arts, los cuales dan contenido a
la sexta sección de la muestra.
En
la séptima y última sección, “El azar y la mente: el ajedrez”, la muestra termina haciendo una referencia al
juego del ajedrez, del que Marcel Duchamp era un apasionado aficionado, a la
vez que constituía la actividad a la que dedicó la mayor parte de su vida. Su
indiscutible influencia sobre los pensadores y artistas del surrealismo motivó
la fascinación que este juego ejercía sobre todos ellos. Man Ray diseñó piezas
y tableros, que se exponen.
Una
muestra recomendable si se quiere tener un más cabal conocimiento de lo que
fueron, significaron y significan ”Las Vaguardias”, que ya son históricas con
un siglo y más sobre sus fechas de proclamación.
BENITO
DE DIEGO GONZÁLEZ
Miembro
de la Asociaciones Internacional,
Española
y Madrileña de Críticos de Arte
15/02/2019
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