Cabe preguntarse si son retratos
de niños, o quizá expresión de sentimientos agónicos de una infancia ya pasada,
los que pinta este artista serbio, (Belgrado, 1982). Son sin duda retratos
inquietantes, quizás angustiosos. Es expresionismo, que recoge toda una
tradición heredada por esta postmodernidad.
Esta “Piel fría”, se manifiesta
en una estética patética, cercana a una diégesis tanatológica de los personajes,
a los que borra cualquier expresión vitalista, sea en rostros o cuerpos;
únicamente en el fulgor de los ojos se descubre un intenso vigor de vida, que,
en ocasiones, no solo intimida, sino que, incluso, amenaza.
Amenaza que se ve reforzada por
las perturbadoras composiciones en las que se mezclan lo normal, lo real y lo manifiesto con sus
antónimos lo extraño, lo artificial y lo mistérico, todo ello expresado en los
tonos grises y fríos que aportan la gama cromática del azul mahón y el granate
azulado.
De fuerte impacto por la dualidad
enfrentada entre lo bello y lo deforme, con la pretensión, como Kokoschka o
Bacon lo hicieran, de abstraer la psique de los personajes re-presentados, o,
quizá mejor, expresar la plasmación paradigmática de unas percepciones
presentidas o, posiblemente, vividas y experimentadas, pues se nos antoja que
esta pintura hunde sus raíces en una prospección psicodélica de la propia niñez
del artista.
Como la de Arnoll Schoenberg, la
pintura de Despotovic posee una esencia simbolista. En ambos la obra pictórica
adquiere una concepción holística, interpretada como una síntesis efectiva y no
como un añadido compositivo de distintos recursos pictóricos. La interpretación
de los cuadros de este artista requiere de una cierta hermenéutica, que ha de aportar
el observador en atenta prospección de
las intenciones del autor.
No es pintura fácil,
evidentemente, y hasta es posible que, inicialmente, cause cierto rechazo, como
pudieron causarlo en su momento las “Pinturas Negras” de Goya o el Grito de “Munch”,
mas con estos lienzos Despotovic nos adentra en un universo, sin duda
perturbador, pero también sugestivo y no carente de poesía implícita en una
semántica polisémica..
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