José Balagueró, (Zaragoza, 1930),
de largo recorrido y segura trayectoria. Es un artista sólido, que ha
consolidado su estilo, su lenguaje pictórico, basado en dos vectores intelectuales:
En la asimilación de la cultura artística de los distintos lugares en donde ha
fijado su residencia,- Zaragoza, Madrid, Chinchón, Formentera, Zurich, Paris,
Lille y Chicago-, y, de otra parte, en el estudio profundo de quién ha sido y
es su luminaria referencial: el vanguardista Paul Klee, hurmiento del ideario
que guía su actividad creativa , pues del suizo-alemán ha tomado y hecho suyo
el principio de que, lo esencial en la obra de arte, no es la forma en que se
concreta para su contemplación, sino el proceso que conduce a ella.
Principio de gran carga subjetivista,
que Balagueró aplica concienzudamente a su diálogo heurístico con el lienzo,
descubriendo paulatinamente formas, colores y contrastes que se convierten en
nueva plataforma, desde la cual se lanza a recorrer un ignoto pero intuido
nuevo camino creativo, hasta dar por finalizada la obra: eureka arquimediano
mediante la cual celebra su triunfo, como encuentro consigo mismo.
Cada cuadro que inicia, en fin,
es un camino agonal que el artista comienza hasta llegar a cantar su epinicio
triunfal, de donde, sin duda, saca fuerzas para seguir impertérrito en su
quehacer creativo.
En esta ya su larguísima etapa
post-figurativa, las obras que este adelantado del arte abstracto en España presenta en esta colección,
bajo el título de “Solitarios”, tienen trazas suprematistas y cierta paronomasia
pictórica con la obra miroiana característica.
Coherente con sus postulados, en
sus cuadros abstractos Balagueró desarrolla , - acrílico sobre lienzo-, unas
teorías caóticas, en las que formas y colores, componiendo un universo entrópico
y fractal, toman en cada cuadro un aspecto genuino, pero de autoría reconocible,
porque el artista es a la vez y paradójicamente, sorprendente y predecible.
Los cuadros de Balagueró no
precisan de hermenéutica alguna para su comprensión, su simple contemplación
explica su estética sensible y su fondo ideal, en un sentido platónico de los
términos: Proceso y resultado se han objetivado en una misma cosa de la que
emana una cierta sensación cinética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario