miércoles, 15 de abril de 2020

207.10* DIMITRI PAPAGUEORGUIU . MÁS ALLÁ DE LA LEYENDA . C.C. CONDE DUQUE. SALA SUR. Madrid



“Tras los glaucos y puros grabados de Dimitri se oye nacer el mar cada mañana”, es así como siente y expresa la obra gráfica del artista hispano-griego el poeta Carlos Clementson, en el catálogo de esta exposición, que pone en valor y nos acerca la total actividad artística de Dimitri Papagueorguiu, que va más allá de la que abarca al grabado en todas sus facetas y dimensiones, como lo practicó  el artista.


Cuando Dimitri Papagueorguiu, o simplemente Dimitri, como fuera y es universalmente reconocido, llega a España con 26 años, una beca, -de Relaciones Culturales concedida a través de la Embajada de España en Atenas-, y muchas ilusiones y esperanzas de, según sus palabras, “encontrar una tradición de grabado sólida, que continuara la labor de Goya”, pudo por el contrario comprobar que la realidad hallada era completamente contraria a este desiderátum imaginado.

Mas este frustrante desengaño no fue óbice que marchitase su empreño de llevar la actividad artística de la estampa, en todas sus modalidades entonces conocidas, a los más altos niveles que se pudiesen imaginar y más allá, por su capacidad heurística y su voluntad de trabajo.

Con sus conocimientos del aguafuerte y la xilografía y del arte del grabado y la estampación, que él trajera de Grecia, estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes y en la Escuela de Artes Gráficas madrileñas. Su encuentro con Carlos Pascual de Lara es determinante en la dedicación de Dimitri al arte de la Litografía artística, a la que hizo evolucionar de manera sobresaliente. Llegó a ser catedrático de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense.

En la instalación de su primer taller, con el irónico nombre de “Los Parias”, en la calle madrileña de la Ilustración, interviene muy directamente Manuel Alcorlo, que junto a Zarco, ligó parte de su proyecto profesional a la asociación con Dimitri, quién nunca cejó en tan decidido y vocacional empeño, convirtiéndose en la leyenda de “Dimitri el Gabador”. Sin embrago su asociación profesional terminó pronto, cuando Alcorlo y Zarco han de trasladarse a Roma, como ganadores de sendas becas.

Dimitri extendió su actividad profesional y artística a  otros campos, que descubre y estimulan, en contacto con artistas, poetas e intelectuales tanto españoles como griegos.

“Despacio, despacio, con los pies en el suelo. Así formulaba Dimitri la magia de sus dibujos, impregnados de sutilezas poéticas. Teniendo siempre al hombre como protagonista.”, deja impreso Manuel Alcorlo, Académico de Bellas Artes de San Fernando, en el magnífico catálogo de la exposición, a través de la cual puede verificarse este aserto.

A finales de 1959, en un bar de la calle Modesto Lafuente, cercano a su estudio, se dieron cita José García Ortega, Ricardo Zamorano, Dimitri Papagueorguiu, Luis Garrido, Antonio Valdivieso, Javier Clavo, Pascual Palacios Tardez, Manuel Ortiz Valiente y Antonio Zarco. Era la reunión fundacional de Estampa Popular, de cuya pertenencia se desvinculó, a instancias de los compañeros, para evitar que pudiera ser expulsado de España, debido a la ideología, entonces ilegal, que guiaba al grupo.

En el taller de Grupo 15, en la madrileña calle de Fortuny, trabajaron muchos de los artistas tanto nacionales como internacionales que estuvieron activos en Madrid a lo largo de la década de los 70 y comienzos de los 80, como Rafael Canogar, Bonifacio, Lucio Muñoz, Mitsuo Miura, Fabrizio Plessi, Andrés Nagel y Darío Villalba entre otros.
El asesoramiento técnico del grupo corrió a cargo de Dimitri Papagueorgiu, lo cual le permitió tomar contacto e intimar con lo más sobresaliente del mundo artístico del aquel fructífero periodo del arte español. De otra parte ve cumplido uno de sus fines sociales, ya que ambos proyectos tenían como principal función democratizar el arte y la cultura, en aquellos tiempos de cambio, aproximando la obra de arte al gran público.

Desarrolla una intensa obra editorial con la publicación de libros artesanales, en cuya actividad llegó a arruinarse y empeñar todo su patrimonio, según confesión de él mismo en “Dimitri Papagueorguiu: A propósito de BOJ y de LA ESTAMPA”, de Javier Gómez Martínez. Grave contratiempo éste, del cual se rehízo y que no le impidió cejar en su empeño mostrando la inmensa capacidad de resiliencia que poseía, como una de sus claves sobre las que forjó su éxito.

Rodeado de los mejores poetas españoles y griegos de su época fue un adelantado en las relaciones culturales entre las dos naciones, cuya doble nacionalidad poseía, creando, junto con el helenista, Antonio Tovar, la Asociación Cultural Hispano-Helénica, cuya primera sede fue su propio estudio y taller.

La exposición muestra Dibujos, Libros, Acuarelas, Aguafuertes, Aguatintas, Acéfalos, Litografías, Xilografías, Planchas, Medallas y Cerámicas.

Y terminaremos trayendo aquí las palabras del comisario de la exposición, Tomás Paredes: “Deseo que la primavera haya llegado a la obra de Dimitri con esta muestra y que no sea para solo un día.”

“Este es el propósito primero de esta propuesta. Otros datos y pormenores, las exposiciones dentro y fuera de España, su huella estética, los encontrará en  las imágenes e informaciones que conforman este catálogo. Y en las paredes y vitrinas del Conde Duque. Su mano dulce para el dibujo les guiará por el laberinto de líneas y de formas que fijan el contenido de su memoria”.



BENITO DE DIEGO GONZALEZ
Miembro de la Asociaciones Internacional,
Española y de la Madrileña de Críticos de Arte
www.domusdidaci.blogspot.com.es

29/09/2019

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