Juan Díaz, (Toledo, 1953), tiene
tras de si una larga carrera, plenas de creatividad y trabajo intenso e
investigador, a través de la cual se ha labrado un puesto relevante en el
panorama expositivo español e internacional
La muy difícil técnica de la
acuarela, -en la que no hay lugar a la corrección de la pincelada, si se quiere
obtener la limpieza y la transparencia en la pintura que dan la calidad
artística a la obra-, es totalmente dominada por este artista, que ha avanzado
el concepto de la acuarela a los territorios conceptuales y formales del arte
contemporáneo, más allá de la perfección técnica y del preciosismo, que
caracteriza a la mayoría de los artistas que practican esta modalidad.
Juan Día confiesa: “Desde los
momentos de silencio, las sutilezas, desde la esencia, voy transitando a través
de los días. Ahora, en este otoño de la vida, cuando creo que todo o casi todo
está dicho, que todo lo visible está plasmado, me queda lo invisible, el
silencio, lo intangible de un momento visto y vivido desde la emoción”.
Y en efecto, en sus cuadros, el
espacio se abre ante nosotros generoso, infinito, y en su inmensidad; y la luz
se modula hasta el último poro del papel. Cielos, mares, brumas y nubes,
tierras y montes no reparan tanto en el nombre de las cosas, como en la
sensación que causa la contemplación de su vacío existencial. Juan Díaz nos
hace ver al alma de la realidad pintada en sus acuarelas, ante las cuales uno
no acaba de distinguir si son tales u óleos o acrílicos, dada la densidad de su
plástica, a la vez lábil, lene y etérea.
En su obra encontraremos
horizontes que se alejan más allá de lo perceptible el cuadro se abre a lo inconmensurable.
Si existe un artista español que haya dado a la acuarela la impronta de gran
pintura, ese es Juan Díaz”, concluye Juan Kreisler, director de la galería
BENITO DE DIEGO GONZÁLEZ
Miembro de la Asociaciones
Internacional,
Española y Madrileña de Críticos
de Arte
11/01/2020
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