El
artista postmoderno se encuentra en una encrucijada y sometido a un sinfín de
dudas que le condicionan cognitiva y emocionalmente, viéndose obligado a
emplear todas sus capacidades de resiliencia e ímpetu para salir airoso del trance.
Encontrar
nuevas formas expresivas en el universo de las artes plásticas, presupone, de
una parte, tener un muy amplio conocimiento de lo mucho que ya ha sido dicho y
hecho por los creadores precedentes; de otra, estar dotado de una inteligencia
suficiente, que le permita allanar temores
y, por último, poseer una solercia natural y una capacitación notables
para el ejercicio de las artes, amén de una vocación sincera y apodíctica.
Porque tras la ”muerte del arte”, en cada verdadero artista renace ahora el arte desde sus propias cenizas, en alumbramientos que encauzan las precedentes experiencias, para después represarlas y, con energía renovada, dejarlas salir mixturadas por los portones de su creatividad, pero siempre acosados por la sospecha del plagio, del remedo.
Pero,
como tiene escrito Ángel Pedro Gómez : “La vida de un verdadero artista es una
vida de hallazgos. La necesidad de sorprenderse encontrando; la actitud de
forjarse un pensamiento visual y la conciencia de descubrir, forman parte de su
existencia”.
Todo
lo dicho coincide con la descripción de la actitud creadora de las tres jóvenes
artistas, -dos licenciadas en Bellas Artes y la otra titulada en arquitectura-,
que pro-vinientes de la burgalesa villa
de Aranda de Duero, se han unido, bajo el nombre de “Colectivo Arterias”, para
presentar sus obras recientes en este dinámico centro cultural madrileño, bajo
el experto comisariado de Manoli Ruiz Berrio.
Lidia
Ballano, licenciada en Bellas Artes, con el lema de “Pureza”, presenta unas
obras de una sencillez que aquieta el ánimo, que son tenues dibujos de grafito sobre papel blanco
de los que penden ligeros y lábiles
alambres que sostienen en su extremo móvil una traslucida gota púrpura.
Contienen en sí mismos reminiscencias del lenguaje calderiano y su mundo cinético.
Sus
collages coloristas de una complejidad formal estudiada y contenida, quieren
expresar cómo, cuando se contamina la pureza, surgen los miedos incontrolados
que atenazan la voluntad del individuo. En definitiva un “arte refinado que
contiene paz”,(Ruiz Berrio dixit).
Eva Martínez, también licenciada
en Bellas Artes, nos deja en sus esculturas las muestras de lo que ha buscado con
la minuciosidad del entomólogo, a sabiendas que más tarde, o más temprano, encontrará
esa piedra semioculta, ese trozo de madera abandonada por mano anónima, una
cadena mohosa perdida,,,, y unas manos vaciadas en actitudes diversas y que su
arte, conjuntando todo ello, transforma en ejemplares de lo bello, en metáforas
de una paradoja.
Junto a sus collages geométricos,
que recogen textos inconcretos e incompletos por las cenefas del cuadro,
presentan, en un mundo entrópico, cómo lo fractal tiene también una dimensión
estética y armoniosa.
Su obra, en conjunto, responde al
principio que enunció el artista y profesor de la Bauhaus y del Black Mountain
College, Josef Albers, de hacer más con menos, llegando con ello a cumplir con
el lema, con que Eva presenta su obra, de mostrar “la esencia de las cosas”.
Sara Rojo, como arquitecta que
es, muestra una habilidad y predilección especiales por el dibujo y presenta
una colección de cuadros de más bien pequeñas dimensiones, que muestran, bajo
el lema de “Dolls”, (Muñecas), a figuras femeninas, con cierta paronomasia del
manga japonés, a tres colores: rojo, negro y ocre, para, en sus propias
palabras, “ con los mínimos elementos poder encontrar un equilibrio en la
narración, un contexto; contar cómo los miedos propios te llevan a tomar
decisiones poco libres, yugos, que no vemos pero que cargamos desde que
nacemos, manos que te guían hacia donde, quizás si fueras libre, nunca irías”.
Sirva esta exposición, como empujón
para ayudar adentrar a estas tres artistas, como ellas desean, en el mundo
complejo del arte, en el que tantas y tantas veces domina más el interés
crematístico, que el puro interés por la mera creación artística, su misterio y
su poesía.
BENITO
DE DIEGO GONZALEZ
Miembro
de la Asociaciones Internacional,
Española
y de la Madrileña de Críticos de Arte
www.domusdidaci.blogspot.com.es
8/10/2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario